1800 Guachimontón celebra el legado y la tradición cultural de la región del Tequila en México. Nuestra botella de cerámica está inspirada en los Guachimontones, estructuras piramidales de forma circular emblemáticas de la zona de Teuchitlán, Jalisco: “lugar dedicado a la divinidad”.

Su emblemático color arcilla es un homenaje a la tierra roja con la que fueron construidas estás pirámides, la misma en la que hoy crecen los agaves azules con los que producimos este inigualable tequila.

1800 Guachimontón se une a la familia de tequila más premiada de México, para seguir sorprendiendo a quienes disfrutan el carácter del tequila tradicional llevado a un nuevo nivel de complejidad y elegancia. Con intensas notas de miel de agave, mermelada de naranja y roble tostado. Muy redondo en boca, con un toque sutil de dulzor y un aterciopelado final.
Añejamos pacientemente nuestro tequila en barricas de roble americano, y lo terminamos dentro de barricas usadas de licor de tequila infusionado con pieles de naranja, como tributo a los naranjos que poblaron la zona de Teuchitlán en épocas pasadas.

1800 Guachimontón celebra el legado y la tradición cultural de la región del Tequila en México. Nuestra botella de cerámica está inspirada en los Guachimontones, estructuras piramidales de forma circular emblemáticas de la zona de Teuchitlán, Jalisco: “lugar dedicado a la divinidad”.

Su emblemático color arcilla es un homenaje a la tierra roja con la que fueron construidas estás pirámides, la misma en la que hoy crecen los agaves azules con los que producimos este inigualable tequila.

1800 Guachimontón se une a la familia de tequila más premiada de México, para seguir sorprendiendo a quienes disfrutan el carácter del tequila tradicional llevado a un nuevo nivel de complejidad y elegancia. Con intensas notas de miel de agave, mermelada de naranja y roble tostado. Muy redondo en boca, con un toque sutil de dulzor y un aterciopelado final.

Añejamos pacientemente nuestro tequila en barricas de roble americano, y lo terminamos dentro de barricas usadas de licor de tequila infusionado con pieles de naranja, como tributo a los naranjos que poblaron la zona de Teuchitlán en épocas pasadas.